Un nuevo avance hacia el control del VIH con anticuerpos persigue sustituir el tratamiento con antiretrovirales toda la vida

Un nuevo avance hacia el control del VIH con anticuerpos persigue sustituir el tratamiento con antiretrovirales toda la vida

Los tratamientos con anticuerpos administrados en varias semanas de diferencia podrían reemplazar el uso diario de antirretrovirales para combatir el virus del SIDA, según un grupo de investigadores estadounidenses que han estudiado la materia con resultados alentadores.

Dos estudios publicados en Nature y Nature Medicine defienden que personas con VIH tratadas con anticuerpos han respuesto con la misma eficacia que las tratadas con antirretrovirales, con la gran diferencia de que esta solución resulta mucho menos agresiva para los pacientes.

Un tratamiento seguro y fiable basado en anticuerpos podría abrir nuevas perspectivas para las personas que viven con el VIH (el virus del SIDA)”, ha afirmado Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de EE. UU.

El investigador considera que este trabajo preliminar “representa un importante primer paso hacia este objetivo”, y detalla que los antirretrovirales, unos medicamentos que aparecieron en la década de 1990, han revolucionado la vida de las personas con VIH al reducir el virus a un nivel indetectable y evitar su transmisión. Aún así, se deben tomar a diario, de por vida, y tienen efectos secundarios tales como diarrea, náuseas... etc.

En ambos estudios, los investigadores reclutaron a 15 personas VIH-positivas con antirretrovirales y detuvieron su tratamiento para en su lugar administrarles inyecciones de dos anticuerpos que apuntan a las proteínas en la superficie del virus y usan el sistema inmunitario del paciente para combatirlo. Los anticuerpos utilizados están presente de forma natural en el organismo de una categoría muy rara de pacientes (menos del 1 % del total) llamados “controladores naturales”.

Después de la inyección inicial, los pacientes recibieron otra tres semanas después y una tercera al cabo de seis semanas. Según los investigadores, la carga viral de los voluntarios tratados permaneció indetectable durante unas 15 semanas, y en dos casos incluso se llegó a las 30 semanas.

Este cóctel de dos anticuerpos administrado a los pacientes pretende disminuir la resistencia del virus, el gran handicap con el que se había encontrado una investigación similar hace tiempo. ”Esta técnica fue probada con anticuerpos mucho menos potentes que no fueron efectivos”, ha explicado Michel Nussenzweig, inmunólogo de la Universidad de Rochester en Estados Unidos, que ha añadido que ”nuestro objetivo es modificar estos anticuerpos para aumentar su duración de acción, de modo que los pacientes puedan ser tratados solo unas pocas veces al año en lugar de tomar píldoras todos los días”.