Un grupo de científicos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) de México, busca en el polen del nogal posibles alternativas para tratar las alergias respiratorias.
Este equipo de investigación podría hacer posible un diagnóstico específico de la alergia al nogal, ya que con frecuencia, este se realiza con base en pruebas cutáneas en donde se emplean extractos completos de polen, que son mezclas complejas con una composición usualmente indefinida, donde se pudiera sensibilizar a los pacientes a elementos a los que no son aún susceptibles.
Adicionalmente, las proteínas puras, ya sean obtenidas mediante tecnología del ADN recombinante o purificadas del polen, pueden aplicarse en dosis crecientes como una estrategia para lograr la desensibilización de los pacientes a estos alérgenos.
Estos efectos se deben a que esta es la única terapia capaz de inducir tolerancia a largo plazo después de la interrupción de la aplicación de la fuente del alérgeno. Sin embargo, esta terapia requiere esquemas prolongados de administración y se asocia frecuentemente con reacciones adversas.
En los últimos años se han desarrollado nuevos métodos para mejorar la inmunoterapia basada en alérgenos y hacerla más segura y efectiva, y actualmente se pretende contribuir en este campo a partir del conocimiento de las porciones específicas de estas proteínas que inducen la respuesta alérgica en los individuos susceptibles (epítopos), realizar modificaciones en su secuencia, generando epítopos modificados que sean capaces de inducir tolerancia inmunológica, pero sin los efectos adversos (inmunoterapia hipoalergénica), lo que incluye el uso de herramientas computacionales para mapear epítopos, seleccionar antígenos y desarrollar inmunógenos para una efectiva y segura inmunoterapia hipoalergénica.
Este trabajo desarrollado por un grupo de investigadores multiterdisciplinar, ha permitido identificar proteínas alergénicas en distintos pólenes de relevancia clínica, entre ellos el del nogal, empleando un enfoque inmunoproteómico, que consiste en combinar herramientas como la electroforesis bidimensional de proteínas con métodos inmunológicos, como la técnica conocida como Western blot, en donde se emplea el suero de los pacientes alérgicos para detectar las proteínas del polen que desencadenan la producción de anticuerpos IgE, que son las moléculas centrales en el mecanismo de la respuesta alérgica.
Una vez detectadas las proteínas reconocidas por los anticuerpos IgE, se emplea la espectrometría de masas, una poderosa herramienta analítica que permite identificar y cuantificar, entre otras moléculas, péptidos y proteínas, y el análisis bioinformático, para revelar la identidad de las proteínas reconocidas por los anticuerpos de los pacientes alérgicos, que constituyen los alérgenos de interés cuya purificación y obtención mediante técnicas recombinantes representa solo el primer paso para su caracterización, equivalencia antigénica y predicción de epítopos, con miras al desarrollo de nuevas modalidades diagnósticas y terapéuticas para la alergia al polen.