Las alergias al polvo, polen, y un sinfín de elementos propios del verano producen una sensación de congestión, estornudos y incómodos picores a muchas personas; y a pesar de que nuestro hogar puede parecer un lugar seguro para estas alergias, se ha demostrado que las partículas son capaces de penetrar en los lugares más recónditos de una vivienda.
De esta manera, la repetida limpieza del hogar se ha convertido en una tarea imprescindible para aquellos que padecen algún tipo de alergia durante los meses de verano, motivo por el que algunos expertos recomiendan prestar especial atención a algunos lugares de la casa a la hora de realizar la limpieza del hogar.
De esta manera, conviene observar especialmente desde la cama y las superficies planas, hasta las ventanas y cortinas, ya que son algunos de los básicos que debemos limpiar con mayor frecuencia en esta época del año, empezando por las sábanas, que son un lugar frecuentado por los ácaros y otras partículas, motivo por el que es esencial cambiarlas al menos una vez a la semana.
Esto se debe principalmente a su proximidad a alguna puerta o ventana, y a que el tejido es propenso a acumular partículas de polvo y otras sustancias.
Por otro lado, las superficies planas acumulan la mayor cantidad de polvo y suciedad proveniente del exterior, por lo que se recomienda mantener los muebles libres de la capa de ácaros o polen que pueden acumular en verano.
Otro de los puntos críticos en lo que a alergias se refiere, son las cortinas y ventanas, ya que son el elemento más próximo al exterior, y además, en verano tienden a permanecer abiertas durante horas. En este sentido, se recomienda limpiar los cristales con frecuencia, además de lavar o cambiar las cortinas una vez por semana.
Además de estos, existen otros lugares en los que podemos encontrar restos de polen o ácaros, que en esta época del año merecen un mayor seguimiento por parte de aquellos que sufren de alergias estacionales.