En pocos años se ha multiplicado el número de alergias tanto a alimentos como a productos y fibras, destacando un notable incremento de personas que tiene alergia a la lana, una fibra procedente de las ovejas que contiene aceite de lanolina natural.

Esta alergia puede deberse a que este material contiene ciertas reacciones alérgicas al aceite, a los ácaros del polvo y porque también lleva además alcoholes.

Las alergias a ciertas ropas o tejidos la lana suelen tener una mayor incidencia en aquellas personas con constitución atópica, que por norma tienen la piel más seca y sufren alergias respiratorias.

Otro de los síntomas, provocado especialmente por los alcoholes de estos tejidos es el picor de la piel, que produce cosquillas y enrojecimiento. Muchos niños se sienten incómodos a este tipo de jerseys y les pica todo el cuerpo pudiendo tener alergias a diversas fibras que presenta la lana.

Entre los síntomas de las alergias a la lana están las quemaduras y las ronchas, que son de color rojo y suelen picar; mientras los eccemas alérgicos suelen surgir por alergias al formaldehído y los componentes de colorantes que se utilizan como tintes para la ropa.

Para tratar la alergia a la lana, en primer lugar es importante que la excluyamos de nuestro vestuario y optemos por prendas distintas, como puede ser el algodón, el poliéster o el nylon. Mientras que muchas veces sucede que cuando la alergia es menor al lavar la ropa la personas pueden tener contacto con este material, pues desaparecen los síntomas.

Por otra parte, existen medicamentos, siempre recetados por el médico, que se dan para reducir los síntomas provocados por la alergia. Normalmente suelen ser antihistamínicos. Cuando hay erupciones y eccemas en la piel, algo bastante normal si se tiene alergia a la lana, pueden usarse toda clase de cremas que reducen en gran medida la irritación a causa de la lana.

Como consejos a tener en cuenta, si la cosa es leve, vale ponerse camisetas de algodón debajo y luego el jersey de lana encima. Además, deberemos vigilar siempre el etiquetado de los productos, porque en muchos casos hay productos que llevan una parte de lana pero no lo parece y la reacción alérgica se da también en todos los casos.