La mayoría de tés con propiedades provienen de China, donde hay una gran tradición de consumo, pero allí, estas infusiones no solo son una simple bebida sino que son parte de los principales remedios en el ámbito de la medicina tradicional. Sin embargo, hay una infusión que proviene de África y llamada Rooibos, en la que los alergólogos han puesto sus ojos debido a sus propiedades para tratar las alergias.

La palabra Rooibos se traduce en varios dialectos africanos como arbusto rojo, un nombre que recibe debido a su peculiar color rojo y al lugar de donde se obtiene.

Los expertos explican que esta infusión puede permitir acabar de una vez por todas con los gases, y aunque en España no es demasiado conocida, si lo es en el resto de Europa si atendemos a las cifras de importación, encabezadas por Alemania, Países Bajos o Reino Unido.

El color rojo viene dado por la oxidación a la que someten a las hojas de la planta, que producen una infusión que podemos tomar cuando queremos evitar la teína y necesitamos relajarnos y mejorar la digestión. Sin embargo, lo cierto es que esta infusión ofrece muchos más beneficios gracias a sus beneficiosas propiedades.

Aunque sus propiedades medicinales se conocen desde el siglo XVIII, en los últimos años se han descubierto nuevos beneficios. Estos son:

• Sistema cardiovascular

Mejora la circulación y mantiene la presión arterial en sus índices óptimos, gracias a que contiene flavonoides que regular el sistema cardiovascular.

• Colesterol

Reduce los niveles LDL, lipoproteínas de baja intensidad, que pueden conducir a la acumulación del colesterol en las arterias.

• Diabetes

Ayuda a regular la glucemia en la sangre.

• Alergias

El enorme potencial de la quercitina, el flavonoide más habitual en la dieta, ha llevado a la realización de diversos estudios para investigar sus posibilidades en el tratamiento de enfermedades como el asma, EPOC, alergias e infecciones virales, entre otras.

• Piel y antienvejecimiento

Los nutrientes antioxidantes que contiene, tales como vitamina C, flavonoides o quercitina, ayudan a combatir los radicales libres. Además, tiene un efecto calmante en problemas dermatológicos como dermatitis, eccema o acné.