Bajo el título Ciencia y Técnica, un futuro compartido, se ha celebrado la 12ª edición de Espacio Asma, un encuentro de referencia entre profesionales sanitarios centrado en la investigación y desarrollo de tratamientos para mejorar la calidad de vida de las personas que sufren asma.
Se trata de un encuentro anual organizado por Omniprex SL, con el aval científico de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), que tiene como objetivo la actualización constante de los conocimientos sobre patología asmática entre los profesionales sanitarios.
En esta edición los trabajos se han centrado en los cambios que aportará al ámbito de la salud el desarrollo de nuevas herramientas, como la Inteligencia Artificial (IA), en un futuro próximo. Este enfoque es especialmente necesario para afrontar el reto de implantar las ventajas de los nuevos progresos técnicos en la práctica clínica habitual, haciéndolos compatibles con un trato individualizado con cada paciente.
De esta manera, Espacio Asma ha revisado de forma interactiva y práctica las novedades técnicas que condicionarán el futuro de la medicina, así como aspectos emergentes, tanto diagnósticos como terapéuticos, generando un foro de debate enfocado en la mejora de la práctica clínica diaria. Para ello, el encuentro ha contado con talleres y mesas de debate centrados en la incorporación de la IA en la medicina; el uso e interpretación de la oscilometría en la práctica clínica; las evidencias sobre la triple terapia y su uso clínico; así como las dificultades diagnósticas y terapéuticas en asma.
En este contexto, el Dr. Julio Delgado, de UGC de Alergología en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y miembro del Comité Científico de Espacio Asma, ha destacado que “hay pocas dudas de que la IA se convertirá en una parte central de los sistemas de salud digitales que dan forma y respaldan la medicina moderna. La IA puede influir en la actividad clínica de diversas maneras: ayuda a detectar cada vez más enfermedades de forma temprana, a prevenir riesgos y complicaciones, al diagnóstico y a la toma de decisiones clínicas. También, a nivel terapéutico, puede ayudar en la optimización de tratamientos personalizados gracias al potencial de proporcionar recomendaciones personalizadas en tiempo real a los pacientes las 24 horas del día”.
Por su parte, el Dr. Santiago Quirce, del Servicio de Alergología del Hospital Universitario La Paz de Madrid y miembro del Comité Científico del encuentro, incidió en las dificultades diagnósticas que plantea el asma, afirmando que “los principales desafíos en el diagnóstico incluyen la variabilidad de síntomas entre pacientes, lo cual puede llevar a confusiones con otras enfermedades respiratorias. La falta de acceso a pruebas diagnósticas avanzadas en algunas zonas dificulta la confirmación precisa de la enfermedad. Además, la subjetividad en la interpretación de pruebas de función pulmonar puede resultar en diagnósticos erróneos. La variabilidad en la respuesta al tratamiento entre individuos también complica la confirmación del diagnóstico inicial. Por último, el diagnóstico en niños pequeños se ve especialmente desafiado por su incapacidad para realizar pruebas de función pulmonar estándar” .
En esta misma línea, el Dr. Antonio Valero, del Servicio de Alergología del Hospital Clínico y Universitario de Barcelona y miembro también del Comité Científico de del encuentro, declaró en relación con las novedades técnicas que condicionarán el futuro de la práctica clínica, que “durante el transcurso de esta edición se ha abordado la importancia de la incorporación de la IA porque, actualmente, ya ha comenzado a desempeñar un papel importante en los últimos años. La capacidad de aprendizaje automático de la IA permite a los sistemas analizar grandes cantidades de datos médicos. Por ello, se puede utilizar en diversas áreas de la medicina, donde puede ayudar a los médicos a tomar decisiones más informadas que permitan mejorar el diagnóstico y establecer un tratamiento más preciso, así como mejorar los resultados para los pacientes. En esta misma línea, el uso de la oscilometría en la práctica clínica permitirá complementar el estudio del funcionalismo pulmonar en el asma, dando lugar a un mejor manejo en el diagnóstico y seguimiento de estos pacientes”.
El asma es una de las enfermedades respiratorias de mayor prevalencia entre la sociedad; y según datos de la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER), afecta a cerca de 340 millones de personas en el mundo. En España, alrededor de 3 millones de personas padecen esta patología.