Ultimamente se están sucediendo un buen número de novedades en el ámbito de las vacunas de alergia, que se refieren a diversos ámbitos. Por un lado, respecto a su composición, para tratar la alergia a frutas pertenecientes a la familia del melocotón, ya está disponible una vacuna que incluye una proteína, denominada LTP, mientras que p ara los pacientes alérgicos al pescado, un estudio europeo en curso investiga sobre una vacuna sublingual parvalbúmina.
También se ha anunciado recientemente que para tratar la alergia al cacahuete, en 2019 se comercializará una vacuna en forma de parche cutáneo; mientras que para el tratamiento de la alergia a la leche de vaca, también se está llevando a cabo un estudio con un dispositivo parecido en forma de parche cutáneo.
Con respecto a la formulación, existen vacunas sublinguales en comprimidos de disolución rápida, las cuales ya están disponibles en vacunas de gramíneas y para ácaros del polvo, la cual ha demostrado tal eficacia en los ensayos clínicos que es la primera vacuna que ha sido aprobada en las guías de tratamiento de asma como indicación para el tratamiento del asma alérgico por ácaros.
Respecto a su administración, se está probando la vía intralinfática con extracto de gato y extracto de polen de gramíneas. La inyección de esta vacuna se haría en los ganglios inguinales, habiéndose demostrado que mejora la eficacia, y que con un número mucho menor de dosis, igualaría a las vacunas existentes hasta la fecha. No obstante, dicha vía requiere una formación técnica, ya que para ello es necesario guiarse con una ecografía, localizar el ganglio inguinal e inyectar ahí la dosis de la vacuna.
Con respecto a los adyuvantes, ya están disponibles algunos, derivados de bacterias, que hacen que se necesiten muchas menos dosis de vacuna para conseguir la misma eficacia. Asimismo, hay en curso estudios con adyuvantes derivados de azúcares, de los que próximamente se obtendrán resultados.
