Los especialistas alertan a menudo del riesgo que supone la picadura de pulgas en los perros, una de las más comunes, ya que causa lo que llaman una Dermatitis Alérgica por Pulgas (o DAP por sus siglas), que no es sino una reacción hipersensible de la piel del animal a las proteínas que contiene la saliva de la pulga.
Los expertos indican que la infección que producen estos parásitos que saltan de mamífero a mamífero buscando la sangre de un nuevo huésped, es más frecuente en las estaciones de primavera y verano. Por ese motivo, el Colegio de Veterinarios de Sevilla ha elaborado un informe explicativo sobre ésta y otros tipos de alergias que afectan a los perros.
Entre los síntomas más característicos, aparecen pruritos y heridas en zonas localizadas como la cara, orejas, cuello, axilas y genitales además de la alopecia y manchas en la piel. De esta manera, la picadura de pulgas puede ser la causante de males como otitis, conjuntivitis o infecciones bacterianas.
Un método que los veterinarios utilizan para detectar y confirmar la presencia de pulgas es utilizar un papel de filtro que humedecen con agua oxigenada o suero. Una vez aislada la muestra de las colonias de pulgas en el papel, éstas se ven con un color rojizo.
Aunque la DAP afecta por igual a todas las razas, los profesionales apuntan que excepciones como el pastor alemán o el dóberman son más sensibles a esta picadura.
ara tratar este mal, los veterinarios aconsejan la utilización de pipetas y champús que previenen y tratan la infección, además de corticoides para aliviar los síntomas de los pruritos que pueda tener el animal que, a pesar de lamerse, puede que no consiga eliminar a los parásitos.
Dada la proliferación de estos parásitos y la facilidad con la que se mueven, los expertos también recomiendan desinfectar todos los objetos y espacios por donde ha estado el perro y no aspirar, lavar o tirar los elementos infectados, ya que las pulgas restantes volverían a reproducirse y la alergia reaparecería.
