Con el Otoño regresan con fuerza algunas de las peores alergias

Con el Otoño regresan con fuerza algunas de las peores alergias

En otoño vuelven las alergias producidas por alérgenos, ya sea espacios abiertos o en recintos cerrados y el hogar. Evitar la exposición de nuestros hijos a este tipo de alérgenos es una de las maneras de eliminar los síntomas para los alérgicos; y si los síntomas persisten, será necesario acudir a un especialista.

La caída de temperaturas y la llegada de las lluvias cambian el paisaje, los árboles y las plantas pierden sus hojas, se acortan los días y el clima se hace más húmedo... Se trata de variaciones en el entorno que producen alergias que llegan con unos síntomas que impiden a los niños hacer una vida normal. Luchar contra los focos que producen los microorganismos o seguir unos hábitos y costumbres son necesarios para minimizar estos síntomas.

Los síntomas pueden ser picazón, congestión y secreción nasal, ojos llorosos, picores de garganta,… y para el asma, otros más concretos como tos repetitiva, opresión en el pecho, o dificultad para respirar. 

Por su parte, las alergias alimentarias son síntomas que ocurren inmediatamente después de ingerir algún tipo de alimento y que se manifiestan en urticaria, hinchazón en la cara o en las extremidades, náuseas, tos, vómitos o dolor abdominal; mientras que el síndrome de alergia oral pasa por una sensación de hormigueo en la boca, garganta o las orejas que aparece durante ciertas épocas del año o después de comer ciertos alimentos especialmente frutas crudas.

En cuanto a los ácaros del polvo, son organismos microscópicos que se encuentran en la ropa de cama, cortinas, alfombras, tapicerías y otros lugares de la casa, que aunque conviven con nosotros no los vemos y pueden producir alergias. Por su parte, el polen de árboles, las hierbas o los matojos es habitual que sean fuente de alergias.

Aunque es más frecuente en primavera, el cambio de estación del verano al otoño produce alergénicos importantes, tales como mohos y hongos que en ocasiones no se pueden apreciar a simple vista y que son producidos por la llegada de lluvias y humedades.

Por su parte, en los recintos cerrados suelen ser responsables los ácaros, las mascotas y las plagas; mientras que en el exterior son producidos por el polen, el moho y los hongos.

La limpieza e higiene en el hogar es imprescindible. Los ácaros tiene su hábitat en lugares donde se retiene la humedad y de donde obtienen su alimento compuesto por ejemplo microscópicas escama de piel humanas. Los muebles tapizados, las sábanas, colchas, colchones y almohadas, las alfombras y los visillos son los lugares donde se encuentran estos seres microscópicos.

Para evitar exponernos a ellos se recomienda cubrir los colchones y las almohadas con fundas herméticas antiacaros. Y utilizar lo menos posible alfombras y muebles tapizados. La limpieza de la ropa de cama y mantas debe de hacerse con frecuencia, al menos una vez a la semana en agua caliente. Hay que tener en cuenta que la temperatura mínima necesaria para eliminar los ácaros es de 55 grados centígrados.

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