Ivy Lynn tiene tan solo año y medio, pero desde hace 6 meses sufre una extraña reacción alérgica al agua de la que sus padres se dieron cuenta cuando tras bañar a la pequeña, a esta le aparecía una especie de reacción alérgica en la piel.

En principio pensaron que podría tratarse de una reacción a algún producto que usaban, por lo que decidieron cambiar de champú y jabón, pero sin ningún resultado.

Como las erupciones siguieron apareciendo, pensaron en cambiar de bañera y le dieron un baño en casa de sus abuelos.. sin embargo, a la pequeña le seguían surgiendo heridas. Finalmente, decidieron llevarla al médico.

La sorpresa llegó cuando tras una serie de pruebas, los médicos determinaron que Ivy padecía urticaria acuagénica, es decir, alergia al agua; una reacción que hace que las erupciones que la pequeña sufría al contacto con el líquido elemento fueran equivalentes a quemaduras de tercer grado, por lo que no solo pueden salirle con el contacto con el agua, sino que incluso puede sufrir un brote si la pequeña suda demasiado.

Los médicos no tienen por el momento una solución para su problema y solo pueden recetarle antihistamínicos, aunque no pueden reducir los dolores de la pequeña, que son bastante fuertes.

Tras hacer numerosas pruebas, los especialistas han descubierto que un agua muy pura puede ayudar a la niña, por lo que los padres han pedido ayuda a través de la plataforma Go Found Me para poder  irse a vivir a una casa que tenga un pozo, un sistema de agua purificada y aire central, con el objetivo de limitar la frecuencia de las reacciones de su pequeña.