Durante el verano los perros se exponen a diferentes condiciones adversas que ponen en riesgo su salud, pero existe un detalle, que puede ser insignificante en apariencia, como es la producción excesiva de legañas, que puede ser indicativo de que el perro está sufriendo una reacción alérgica.

Los expertos veterinarios han explican que, al igual que los humanos, las mascotas producen legañas como un mecanismo natural para limpiar sus ojos, si bien razas de perro como los San Bernardo o los Carlino son más propensas a generar este tipo de legañas.

La cuestión a tratar, apuntan los expertos, es la acumulación o exceso de legañas y, para estos casos, recomiendan adoptar una rutina diaria basada en limpiar, con una gasa empapada en suero fisiológico, los ojos del animal.

Con este gesto no se deberían producir ni acumular más legañas durante ese mismo día, y de ser así, es probable que el perro esté experimentando algún tipo de trastorno ocular.

No hay más que fijarse en el color del surco que deja tras de sí las legañas al caer por el lagrimal del perro para identificar, si las legañas son de un color blanco o transparente, que puede ser indicativo de que el perro está sufriendo algún tipo de reacción alérgica por efecto del polvo o la introducción de un cuerpo extraño en su cavidad ocular, donde sólo queda realizar una limpieza más profunda de los ojos del animal.

Sin embargo, de volverse amarillenta y verdosa, este tipo de secreciones puede ser síntoma de una conjuntivitis, la cual puede generar irritación ocular, inflamación de la zona, una molesta picazón, sensibilidad a la luz o dificultad para abrir y cerra los ojos con normalidad.

En este último caso, los expertos recomiendan llevar al perro al veterinario puesto que necesitará un tratamiento más complejo que una simple limpieza de ojos.