Un parche para tratar la alergia al cacahuete

Un parche para tratar la alergia al cacahuete

Un parche para la piel que suministra una alta dosis de proteína de cacahuete redujo la sensibilidad al cacahuete en niños y adultos con alergia a este fruto seco, según los hallazgos de un estudio realizado en 221 pacientes alérgicos don edades entre 6 y 55 años que justifican una prueba de fase 3.

La inmunoterapia contra las alergias expone a las personas a una dosis controlada de las proteínas que desencadenan las alergias, por lo que se vuelven menos sensibles o dejan de serlo... sin embargo, la inmunoterapia con cacahuete con una píldora no es especialmente efectiva y conlleva el riesgo de desencadenar una alergia, igual que lo haría comer el cacahuete.

Por este motivo, el parche cutáneo puede tener un potencial para tratar de manera más segura y efectiva la alergia a este producto.

Los investigadores realizaron un ensayo en el que se empleó la dosis más efectiva de parche de cacahuete para evaluar la eficacia durante hasta 36 meses. Se evalúo qué porcentaje de participantes respondió al tratamiento en cada grupo frente al parche de placebo después de 12 meses. Los pacientes fueron considerados respondedores al tratamiento si tomaban 1.000 mg o más de proteína de maní y/o 10 veces la cantidad de cacahuete antes del tratamiento para desencadenar una reacción alérgica.

Más adelante, se asignó aleatoriamente a los participantes a ponerse un parche de maní que contenía 50, 100 o 250 microgramos de proteína de maní o placebo durante 12 meses. Los ensayos confirmaron la eficacia de una intervención y determinan la dosis más efectiva, y generalmente son seguidos por un ensayo de fase 3 en una población más amplia.

Sin embargo, no todos los resultados se pueden replicar en el mundo real, porque las características del paciente u otras variables pueden diferir de las que se estudiaron en los ECA. De esta manera, hubo más pacientes que respondieron al tratamiento entre los que recibieron el parche de maní de 250 microgramos que entre los que recibieron el parche de placebo, y no hubo diferencia entre el placebo y el parche de 100 microgramos.

El porcentaje de pacientes con uno o más eventos adversos emergentes del tratamiento (reacciones cutáneas principalmente locales) fue similar en todos los grupos en el primer año.

Entre las limitaciones del estudio, el punto final primario (10 veces el aumento en el umbral de desafío) puede no haber sido lo suficientemente estricto para las dosis más bajas de provocación alimentaria, lo que contribuyó a que la tasa de respondedores de placebo fuera más alta de lo esperado.

El tamaño de muestra de cada grupo de tratamiento fue relativamente pequeño y, por lo tanto, el análisis no tuvo la potencia para detectar un gradiente de dosis-respuesta. Sin embargo, los investigadores de este trabajo, científicos de la Escuela de Medicina de Monte Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos, han señalado que estos hallazgos respaldan evaluar la dosis del parche de cacahuete de 250 microgramos en un ensayo de fase 3 que involucre a pacientes con alergia a este producto.