Ducharse por la noche ayuda a evitar alergias estacionales

Ducharse por la noche ayuda a evitar alergias estacionales

Comenzar el día sin café y sin una buena ducha, es para algunos impensable, sin embargo, algunos expertos están demostrando las ventajas de ducharse por la noche, antes de acostarse, entre las que destaca el hecho de que sirve para combatir y prevenir las alergias estacionales.

De esta manera, para las personas que suelen sufrir alergias estacionales como la alergia al polen en primavera, la ducha por la noche puede ser muy favorable, ya que evita transferir a las sábanas los alérgenos que se han acumulado durante todo el día en el cuerpo. Por lo tanto, ducharse a última hora del día, permitirá eliminar todas las partículas de polen de la piel.

Además, la ducha nocturna ayuda a mejorar el sueño. Algunos expertos aseguran que hay evidencias de que una ducha nocturna puede ayudar a quedarse dormido fácilmente y descansar para afrontar mejor el día porvenir. Por otra parte, la temperatura corporal después de una ducha caliente es un componente clave en la regulación del ritmo cardíaco y del reloj interno que dice al cuerpo cuándo sentirse somnoliento. Se ha demostrado que calentar el cuerpo puede ayudar a tener ganas de dormir, siempre y cuando haya tiempo suficiente para que se enfríe. En este sentido, lo más recomendable es ducharse hora y media antes de acostarse.

Por otra parte, una buena ducha nocturna puede ayudar a reducir los niveles de estrés. A lo largo del día acumulamos niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estado de estrés, por lo que una ducha nocturna ayuda a irse a la cama lo más relajado posible. Esa sensación de tensión después de un largo día se desvanece en la última ducha del día.

Además, el vapor es bueno para la piel. El calor, el sudor y el roce de la ropa pueden estropear la piel significativamente y el baño en este horario hace que la piel y el cabello guarden mayor hidratación. Por lo tanto, una ducha nocturna también ayuda a cuidarla, a la vez que evita la aparición de acné, ya que si esperamos hasta el día siguiente para darnos una ducha, toda la suciedad y el sudor acumulado durante el día pueden generar acné en cualquier parte del cuerpo. Una ducha de agua templada es la mejor opción para facilitar la eliminación de los residuos que se han depositado bajo la dermis durante la jornada.