La canela es una planta muy consumida en todas las partes del mundo que se utiliza como especia en gran cantidad de platos, y que resulta un condimento perfecto para postres y dulces, ya que posee grandes virtudes y propiedades medicinale. Sin embargo, esta especia puede provocar reacciones alérgicas en cualquier momento, llegando a afectar a nuestra salud.

La canela se utiliza para tratar malestares estomacales, enfermedades del sistema respiratorio, infecciones en la piel o úlceras gástricas entre otros, pero si abusamos de su ingesta podríamos enfermar o sufrir una reacción alérgica, y aunque no es una de las alergias más comunes, eso no significa que no la podamos padecer en algún momento de nuestra vida.

La canela podría generarnos diversos síntomas dependiendo del grado de alergia que tengamos, ya sea por entrar en contacto con la piel o al ser consumida. Entre los síntomas más comunes de esta alergia destacan la ecreción nasal, la congestión nasal, la urticaria, la tos repentina, los jos llorosos, la hinchazón de la cara o garganta, la dificultad para respirar, e incluso como resultado de una alergia muy fuerte, la anafilaxia. Otros sintomas habituales son hormigueo, picazón, hinchazón en los labios, cara o lengua, diarrea, mareos, náuseas o ómitos.

Lo más común es sentir cómo se tapona la nariz, se empieza a toser y los ojos se vuelven vidriosos. Aparece en cuestión de segundos. Por otro lado, puede aparecer una reacción alérgica que se presente en la piel y se conoce como dermatitis. En estos casos, la piel escuece, pueden salir ampollas o se pelan ciertas partes, en una reacción que sucede cuando la canela entra en contacto con la piel y no con su consumo.

En estado natural y salvaje la canela es una planta, sin embargo, podemos encontrar la sustancia de la canela en multitud de alimentos y productos, como por ejemplo, en la pasta de dientes, enjuagues bucales, chicles, caramelos, etc. La canela que contienen estos productos se considera artificial, y su reacción alérgica se conoce como estomatitis por contacto, ya que causa ardor y picazón en la boca.

Para evitarla, tan sólo hay que dejar de tomar esos productos que nos hacen reacción, mientras que para saber si somos alérgicos realmente a este producto tenemos que saber diagnosticarla bien. La mejor forma es acudir al médico para que nos haga un test y nos someta a diferentes pruebas, como un análisis de sangre para detectar la hipersensibilidad a la canela.

Si crees que puedes tener alergia a la canela, puedes tomar antihistamínicos antes del contacto con la especia, lo que preparará al cuerpo ante el ataque. Si se tienen problemas para respirar hay que acudir al centro de urgencias más cercano. Además, es aconsejable leer concienzudamente los etiquetados de los alimentos envasados, ya que nunca sabemos si llevan o no llevan canela, y dependerá del grado de concentración.