Cuando se padece alergia al marisco...

Cuando se padece alergia al marisco...

Recientemente, una peregrina italiana fue trasladada a urgencias tras consumir marisco y pescado, dos productos a los que era alérgica, y cuando la mujer llegó al albergue en el que se hospedaba, tenía el rostro rojo, hinchazón y le costaba respirar con normalidad, por lo que fue necesario el envío de un helicóptero medicalizado con base en Santiago.

 

En relación con este caso, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) ha señalado que «las enfermedades alérgicas, especialmente si se trata de alergia a los alimentos, los medicamentos, el látex o el veneno de insectos, pueden tener manifestaciones muy abruptas y generalizadas en la persona que las padece. En algunos casos con un desenlace mortal o casi mortal cuando el individuo alérgico entra en contacto con la sustancia que induce su alergia, por mínimas que puedan ser».

Por este, la organización aconseja extremar las precauciones ante un caso de alergia, ya que cuando una persona es alérgica a un alimento, significa que su sistema inmunológico reacciona, de forma exagerada, ante aquella materia primera que otros toleran bien.

Si bien entre las alergias más comunes el protagonismo se lo lleva la proteína de la leche o el huevo, la alergia al marisco es también uno de los motivos de alergia más frecuentes, especialmente, entre adultos.

El marisco es un grupo de alimentos muy variado, ya que la reacción del organismo se puede desencadenar ante cualquier tipo o solo ante algunos determinados. El que más problemas causan son los crustáceos, es decir, todas las especies animales que tienen patas, desde los camarones hasta las nécoras. A continuación, se encuentran los moluscos, entre ellos, los bivalvos, como los mejillones, las almejas o las ostras; los gasterópodos, como las minchas y, finalmente, los cefalópodos como el calamar.

Según explican desde la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex, los alérgicos al marisco también pueden presentar reacciones ante los pescados, aunque no se ha demostrado una reactividad cruzada entre ambos tipos. Por el contrario, según la entidad, «sí se sabe que los ácaros tienen proteínas similares al marisco, de forma que los alérgicos a los ácaros corren un mayor riesgo de tener reacciones adversas en relación al marisco, que aquellos que no lo son».

La mayoría de las reacciones alérgicas se producen al consumirlos; sin embargo, en algunos sujetos se pueden manifestar cuando entran en contacto con el alimento, como puede ser al tocarlos; o incluso, al inhalar el vapor que emana de su cocción. Esto se debe a la tropomiosina, un tipo de proteína muy resistente al calor, que suele abundar en el agua de cocción del marisco y que puede estar presente en el vapor.

Además, también puede producirse una contaminación cruzada, es decir, que en la cocina, un plato entre en contacto con las superficies o utensilios que se emplearon para el marisco; y si esto sucede, también puede suponer un riesgo para el paciente. Además, esta alergia se puede presentar a cualquier edad, incluso entre aquellas personas que lo han comido sin problema los años anteriores.

El conjunto de síntomas puede aparecer entre los 15 minutos y dos horas posteriores a la ingesta, aunque existen excepciones en las que los pacientes con alergias a moluscos, manifestaron problemas respiratorios y cutáneos de hasta siete horas después.

El conjunto de síntomas que caracterizan a la alergia afectan tanto a la piel, como al aparato respiratorio o digestivo; al tiempo que la intensidad de la reacción alérgica puede ser variable y presentarse de diferentes formas.

En este sentido, desde la Sociedad Gallega de Alergología e Inmunología Clínica (Sgaic) han precisado que «desde el síndrome de alergia oral, lo que causa picor en boca y garganta, hasta el shock anafiláctico, con erupción cutánea generalizada, hinchazón, ahogo en el pecho o garganta y mareo con posible pérdida del conocimiento por bajón de la presión arterial».,

Algunos pacientes solo presentan ronchas y/o hinchazón; afectación de piel y ahogo; y, «raras veces» problemas digestivos en forma de náuseas, vómitos, dolor abdominal o diarrea. Lo habitual es que estos últimos aparezcan acompañando al resto y no de manera independiente.

Para diagnosticar esta alergia, el especialista encargado recurrirá a la historia clínica del paciente que incluye síntomas, el tiempo que tardan en manifestarse y el tipo de contacto. Después, realizará pruebas cutáneas con la técnica prick y las pruebas serológicas. El test prick, también conocido como prueba intraepidérmica, es una prueba cutánea indicada ante la sospecha de una reacción o enfermedad alérgica, y se basa en colocar una gota de la sustancia en cuestión sobre la piel y, suavemente, pinchar a través de la gota. El resultado se obtiene en unos 15 o 20 minutos, y si el paciente está sensibilizado, aparecerá una reacción local con picor y enrojecimiento.

Una vez se haya detectado la alergia, el tratamiento pasa por evitar el alimento en cuestión, y normalmente si se es alérgico a un tipo de marisco habrá que evitar esa familia entera. Con todo, los expertos insisten en la importancia de escuchar a los especialistas, ya que a diferencia de lo que sucede con otros alimentos, este tipo de alergia no suele desaparecer con el paso del tiempo.

Productos