Las personas que toman como primera opción el uso de antibióticos ante una enfermedad, podrían provocar que sus seres queridos fueran más vulnerables a sufrir alergias.
El principal factor de riesgo para la salud es “sentirse doctor”, debido a que el abuso de fármacos acarrea mayores complicaciones ante enfermedades como la hipertensión o la diabetes, ha explicado Rubén Maldonado Villanueva, director del Hospital General “Jesús Kumate Rodríguez”, de Cancún (México).
El uso indiscriminado de antibióticos aumenta de una a dos veces el riesgo de desarrollar alergias como rinitis, asma bronquial o dermatitis atópica, ha advertido por su parte Raúl Dorbeker Azcona, especialista en alergias e inmunología clínica de la Unidad Médico Quirúrgica Juárez Centro.
El especialista expuso que los niños constituyen el grupo más vulnerable ante patologías de esa índole, pues el suministro excesivo de antibióticos evita que su sistema inmunológico madure, al quitarles la flora bacteriana normal que apenas está en crecimiento; a la vez que señalaba que esos medicamentos destruyen las bacterias que protegen el organismo, que se encuentran en la flora intestinal, la piel y la mucosa nasal, y sirven para defender de otros gérmenes incluidos los factores ambientales.
La falta de esas bacterias facilita el paso de alérgenos (sustancia que puede inducir una reacción de hipersensibilidad) al organismo y desencadena una respuesta negativa que puede manifestarse como rinitis o alergia alimentaria, subrayó.
Para tratar este problema se aplica la inmunoterapia, que disminuye de manera notable los síntomas, de manera que incluso en menores se ha comprobado que previene el desarrollo de asma, una enfermedad crónica caracterizada por la inflamación y estrechamiento de las paredes internas de las vías respiratorias que origina la disminución del flujo de aire que entra y sale de los pulmones, lo que provoca dificultad recurrente para respirar y sibilancias (silbidos) que varían de una persona a otra en severidad y frecuencia.
El especialista ha recomendado a la población evitar la automedicación o el suministro de medicinas y acudir con el médico general o directamente con un alergólogo.