Ocho alimentos son los responsables del 90 % de los casos de alergias por las comidas. Son la leche de vaca, el huevo, el pescado, los crustáceos (como la langosta), el maní, la soja, los frutos secos (como las nueces) y el trigo, además de todos los derivados de estos alimentos que conserven las proteínas alergénicas.
Su consumo puede disparar diferentes reacciones en el cuerpo, que van desde un sarpullido en la piel, tos, dolor abdominal y náuseas hasta el llamado shock anafiláctico, que provoca riesgo de muerte. “Los grandes ocho” que causan alergias son uno de los temas principales de la Primera Cumbre de Alimentos organizada por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, en Argentina, que se desarrolla estos días en el campus de la Universidad Católica Argentina, en Capital Federal.
“Si bien se sabe que hay 200 alimentos que pueden causar alergias, ya se identificó que hay 8 que son los que frecuentemente provocan el problema. Es necesario que la comunidad pueda identificar si es alérgica a un alimento, y que consulte al médico”, ha declarado al diario Clarín María Cristina López, licenciada en Química y coordinadora de oleaginosas del Centro de Agroalimentos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que disertó durante la cumbre promoviendo la existencia de una legislación para prevenir ese tipo de alergias.
A nivel mundial, las alergias alimentarias afectan del 6 al 8 % de los chicos y a más del 4 % de los adultos. “Este tipo de alergias consiste cualquier reacción provocada por la ingesta de un alimento. Las causas son varias, y se combina una predisposición genética con factores ambientales”, señaló César Martín Bozzola, médico especialista en alergias del Hospital Británico de Buenos Aires y de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica.
En personas alérgicas, el sistema inmune reconoce como extrañas al a ciertas proteínas de los alimentos. Cuando vuelven a consumirlo el sistema reacciona liberando mediadores químicos, lo que provoca una reacción que puede provocar un eczema, urticaria, shock alérgico, diarreas, cólicos o inflamación del esófago, entre otros síntomas.
“Estamos viendo más casos de alergias alimentarias en la Argentina. El diagnóstico es aún complejo porque obliga a sacar principalmente a los grandes ocho alimentos de la dieta del afectado. Puede demorarse el diagnóstico preciso. A veces resulta un trabajo detectivesco entre el médico y el paciente para identificar cuál es el alimento que causa la alergia”, explicó a Clarín Juan Carlos Ivancevich, secretario general en Sociedad Latinoamericana de Alergia, Asma e Inmunología.