Medusa velero, una especie propia del Atlántico norte que no pica pero puede provocar alergia

Medusa velero, una especie propia del Atlántico norte que no pica pero puede provocar alergia

Las medusas velero (Velella velella), habituales del Atlántico norte, tienen la característica de que aunque su hábitat natural suelen ser las aguas superficiales de alta mar, cuando los vientos soplan en dirección a tierra, su presencia se puede dar en los arenales de la zona; y esto es justo lo que ha pasado estos días, algo que ha motivado que los socorristas de las playas de Ferrol hayan alertado a los bañistas de la presencia de esta especie, que aunque no es urticante, puede provocar una reacción alérgica.

 

Y es que las medusas velero han aparecido estos días en las playas de Doniños, San Xurxo, Marmadeiro, Ponzos y Sartaña, donde se ha podido ver a miembros de Protección Civil retirando ejemplares. En este sentido, Rafael Carballeira, investigador posdoctoral del grupo de Limnología de la Universidad de Valencia, y autor de varios estudios del litoral de Doniños, ha explicado que esta especie es habitual en el Atlántico norte y que «aunque es inofensiva porque no puede atravesar la piel humana, hay gente alérgica a las toxinas de esta especie, por lo que es mejor no tocarlas».

La Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos marinos (CEMMA) había recomendado al Concejo de Ferrol su retirada, algo que está llevando a cabo Protección Civil. Desde la Estación de Biología Marina de la Graña, dependiente de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), han señalado que la Velella Velella no es en realidad una medusa, sino un hidrozoo, algo así como una prima de la carabela portuguesa, de la que también aparecieron algunos ejemplares estos días en la costa ferrolana. Sin embargo, hay varias diferencias entre ambas.

La medusa velero sobresale por su aspecto transparente y gelatinoso y su apariencia que recuerda a los barcos a vela; y una vez que estas medusas aparecen secas en la playa, se vuelven blancas. Sin embargo, la carabela portuguesa (Physalia physalis) tiene un neumatóforo, una especie de flotador, que la diferencia de la Velella, que tiene una vela.

A ambas, estos elementos les permite desplazarse con el empuje del viento; pero la diferencia principal entre ellas es que la medusa velero no pica, aunque es mejor no tocarla porque puede provocar una reacción alérgica si hay una herida en la piel; mientras la carabela posee una picadura extremadamente urticante. En los últimos años han sido frecuentes los veranos en los que estas dos especies han llegado a las costas de la comarca ferrolana, causando alarma entre los bañistas, sobre todo por la carabela portuguesa.

La medusa velero es una de las pocas especies que viven sobre la superficie marítima, a diferencia del resto de medusas, que suelen poblar al menos profundidades mayores. Tiene cierta similitud en su morfología con la carabela portuguesa, aunque posee un tamaño mucho menor y no produce una picadura urticante. De hecho, se la conoce también como la pequeña carabela portuguesa.

Con un tamaño de unos 7 centímetros de largo, la medusa velero tiene una campana que se encuentra sobre la superficie, que no tiene la cualidad de hincharse tanto, sino que prefiere endurecerse para dar un aspecto de vela, de ahí el nombre. Su presencia es habitual en la costa oeste de los Estados Unidos, que se ve habitualmente invadida por millones de estos ejemplares, una aparición que se conoce como marea púrpura; y es tal la cantidad que es arrastrada por el viento en ciertas zonas, que el conjunto puede abarcar kilómetros de extensión, por lo que desde las alturas puede verse como un gran manto púrpura y azul.

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