Alergólogos de Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria han advertido que casi la mitad de los lactantes que han sufrido bronquiolitis tienen más probabilidades de desarrollar síntomas de alergia, de forma que aunque la epidemia de bronquiolitis de los últimos meses no afectará directamente a los síntomas de alergia en esta primavera, sí podrá tener un impacto en la aparición de síntomas de asma y alergia a largo plazo.
En este sentido, la doctora Belén Añíbarro, alergóloga en el Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria, ha apuntado que "en torno a un 30-52% de los niños que han sufrido bronquiolitis tienen mayor prevalencia de asma y rinoconjuntivitis alérgica en edad escolar"; mientras que de cara a la próxima primavera, ha recordado a los padres que las secuelas que produce la bronquiolitis no se agravarán en la presente temporada.
La bronquiolitis afecta principalmente a niños menores de 2 años y, aunque las secuelas aparentemente no sean graves, el impacto de esta enfermedad a largo plazo puede ir más allá. En este sentido, según la alergóloga, esta infección "aumenta el riesgo de desarrollar síntomas de asma", al tiempo que "favorece que se desarrollen síntomas como rinitis o asma, pero estas complicaciones aparecen de forma progresiva a lo largo de los próximos años, por lo que no tendrá ninguna influencia inminente por lo que los pequeños no se verán afectados esta primavera".
La alergia a inhalantes se desarrolla a lo largo del tiempo, y se produce por estar en contacto habitual con el alérgeno durante años, por eso, los pequeños necesitan exposición ambiental a antígenos inhalados para desarrollar síntomas de alergia.
"Aunque puede aparecer a cualquier edad, se manifiesta con más frecuencia a partir de la edad escolar, ya que es a partir de esta edad cuando los niños socializan, presentando exposición progresiva a inhalantes externos, como los pólenes", ha apuntado la alergóloga.
Por su parte, la rinitis, que generalmente aparece en primavera debido a la alergia al polen, cursa con inflamación de la mucosa nasal y provoca síntomas típicos de un resfriado, con picor nasal, estornudos, mucosidad y congestión nasal. Para su tratamiento, Añibarro ha indicado que es recomendable la colaboración de pediatras y alergólogos para realizar un diagnóstico y tratamiento más precisos. En este sentido, ha subrayado que "aunque existen fármacos de venta libre, es muy importante asegurar que la alergia y el asma del niño estén diagnosticados correctamente y que los síntomas están recibiendo el tratamiento apropiado".
Ante la aparición de síntomas sugerentes de alergia como rinitis, sobre todo si se asocia tos persistente, dificultad para respirar o ruidos en el pecho, la especialista ha concluido que "se debe consultar con el pediatra y/o alergólogo y así realizar un estudio con pruebas cutáneas y de función respiratoria que permitan establecer el diagnóstico correcto e iniciar el tratamiento médico más adecuado".