No... ni los alérgicos desarrollan siempre asma, ni los asmáticos son siempre alérgicos...

No... ni los alérgicos desarrollan siempre asma, ni los asmáticos son siempre alérgicos...

En ocasiones se puede generar confusión entre la alergia y el asma, debido fundamentalmente a que en muchas personas, el síntoma de su alergia es precisamente el asma. Pero ¿un alérgico desarrolla siempre asma? o ¿un asmático es siempre alérgico?... La respuesta es NO.

 

La alergia es sólo una de las causas del asma, aunque también es cierto es que alergia y asma están muy relacionadas... y es que las alergias pueden empeorar el asma si no se tratan adecuadamente, de manera que tratar sus síntomas ayudan a controlar el asma y las alergias.

Para diferenciarlas los expertos de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), explican que en el caso del asma, los especialistas explican que se trata de “una enfermedad heterogénea, que se caracteriza por un grupo de síntomas que se prolongan o van repitiendo, y que incluye tos, sibilancias o “pitos” en el pecho, así como dificultad respiratoria”.

En cambio, la alergia es una reacción exagerada del sistema inmune de nuestro cuerpo a determinadas sustancias (polen, ácaros, alimentos…), perjudicial para el propio organismo, y que causa síntomas diversos de enfermedad.

El asma y las enfermedades alérgicas de las vías respiratorias coexisten frecuentemente, de forma que según una investigación publicada en el Journal of Allergy and Clinical Immunology, hasta el 38 % de los casos de asma se dan en pacientes con rinitis alérgica, mientras que el 85 % de los pacientes con asma pueden llegar a tener síntomas nasales.

El asma afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo, mientras que la rinitis alérgica afecta a entre el 1 0% y el 50 % de la población, dependiendo de la ubicación geográfica.

Tanto el asma como la rinitis alérgica afectan al sueño, a la capacidad de concentración, al rendimiento escolar o laboral, a la vida social, el ocio y el deporte, y otros aspectos de la calidad de vida.

Los alergólogos de la SEICAP explican que la alergia influye en el asma de dos maneras:

  • Como desencadenante agudo actúa cuando una persona entra en contacto con el alérgeno y en cuestión de poco tiempo presenta una crisis brusca de asma. Desde la SEICAP ponen como ejemplo: “si un niño con asma por alergia a ácaros sube a un desván y empieza a jugar con trastos viejos, respira el polvo que se levanta y a los pocos minutos comienza a tener “pitos” y dificultad respiratoria”.
  • Como causante de inflamación crónica. La persona alérgica está en contacto con pequeñas cantidades de alérgeno lo que va produciendo una inflamación interna de los bronquios. Esta inflamación puede pasar inadvertida y no dar síntoma alguno, pero sensibiliza los bronquios, y ante cualquier estímulo que desencadene una crisis de asma, como infecciones, ejercicio, aire frío o tabaco, los pulmones van a ser mucho más vulnerables y se producirá una crisis de asma.

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