Existen alergias alimentarias tan habituales que la legislación ha optado por exigir que los fabricantes etiqueten los alimentos que los contienen; sin embargo, existen cerca de 160 alergias a otros alimentos menos habituales, pero que son igual de peligrosas para quienes las padecen.
Las alergia alimentarias son reacciones de hipersensibilidad a alimentos con una causa inmunológica comprobada, tras consumir un alimento concreto o bien uno de sus derivados o un aditivo contenido en el mismo. Esta reacción adversa también puede producirse tras el contacto con la piel o por inhalación.
En nuestro país rige la Ley de Información Alimentaria (Alérgenos), recogida en el Reglamento Europeo 1169/2011, que establece que todas las empresas operadoras de colectividades tendrán que informar de los alérgenos que contengan sus platos. Pero además, existe un listado de los 14 alérgenos de los que todo hostelero debe informar desde 2014. Este listado de los alérgenos de información obligada pasa por cereales que contengan gluten, mariscos, huevos, pescado, soja, cacahuetes, leche y sus derivados, o frutos de cáscara entre otros.
Sin embargo, existen en el mundo alergias alimentarias menos habituales pero con capacidad de provocar idénticas reacciones a las normales. Estas son:
- Carne roja: Esta alergia es debida al azúcar presente en los mamíferos, el alfa-gal, y una manera de ingerir menos cantidad de esta molécula es calentando mucho la carne. Esta alergia también se ha relacionado con una picadura de una garrapata, la de la especie Lone Star. Además, según Food Allergy Research & Education (FARE), los síntomas pueden no aparecer hasta tres a seis horas después de comer.
- Aguacate: La alergia a este fruto proviene de las proteínas de la familia PR-3, similares a las que se encuentran en el kiwi, la papaya, el tomate, la castaña y el plátano, y también en el látex. Por ello, muchas personas que son alérgicas al latex lo son al aguacate y viceversa.
- Lentejas: Todas las legumbres pueden provocar alergia, pero las lentejas se llevan la palma en lo referente al número de casos. Sus alérgenos son el Len c1 y el Len c2. Esta alergia abunda más en los países orientales y mediterráneos, que es donde existe un mayor consumo de la legumbre.
- Ajo: El ajo tiene escasa toxicidad y lo más frecuente es que la alergia a los mismos sea cutánea, debido a la acción de las sustancias disulfuro de dialilo, alil propil disulfuro y alicina, también presentes en la cebolla, el puerro o el cebollino.
- Melocotón: Un 33 % de personas que presentan alergias alimentarias tienen alergia a determinados tipos de fruta. Dentro de esta alergia, que suele empezar en la adolescencia, se sabe que las frutas que más alergia producen (70 %) son las de la familia de las rosáceas, en la que se incluyen pera, manzana, ciruela o fresa. Dentro de ellas el melocotón es la que más alergia produce por las proteínas que contiene.
- Tomate: En el planeta existe una destacable cifra de alérgicos al tomate, con síntomas de boca hinchada, urticaria, vómito, diarrea, dificultad para respirar y erupciones en la piel. En la mayoría de los casos, la alergia también se produce cuando la piel entra en contacto con dicha fruta. Apenas existen casos de personas que no puedan comerlo cocinado, así que muchas personas que tienen alergia a la pieza cruda pueden consumirlo en salsas y productos procesados.
- Canela: Las especias constituyen un pequeño 3 % de las alergias alimentarias, pero las que más casos protagonizan es la canela, debido a la alta sensibilidad a las proteínas que contiene. En los casos más raros, la canela puede producir anafilaxia, una reacción alérgica grave y potencialmente fatal.