Los tratamientos médicos para las alergias disminuyen en vacaciones

Los tratamientos médicos para las alergias disminuyen en vacaciones

tratamientoalergiaUn estudio reciente ha revelado que los medicamentos no tienen derecho a vacaciones. Según la investigación, realizada a partir de más de 900.000 niños de edades comprendidas entre los 2 y los 15 años, queda verificado que las crisis asmáticas ocurren con el doble de probabilidad en septiembre que en agosto.

El abandono del tratamiento y una mayor exposición a las infecciones como consecuencia de la vuelta al cole son las principales causas. Las farmacias aseguran que durante los meses de verano se dispensan menos recetas para el asma a consecuencia de la alergia y que con la llegada del mes de septiembre y del otoño se duplica la tasa.

Si a esto se le suma una mayor exposición a factores que fomentan las alergias como la vuelta al cole, los síntomas se multiplican.

Como respuesta a esta apreciación, un equipo de científicos ha lanzado una serie de propuestas para frenar los procesos alérgicos tras el verano. La primera de ellas es que los pacientes sean informados debidamente sobre los riesgos de suspender la medicación a largo plazo.

La experta en neumología del Hospital Ramón y Cajal, Sagrario Mayoralas, ha asegurado que “las medicinas para el asma son medicamentos de acción a largo plazo que se toman a diario para reducir la inflamación de los pulmones y prevenir el agravamiento de la enfermedad. Así, aunque el paciente pueda sentirse bien, sus pulmones dependen del efecto terapéutico de estos fármacos para controlar la inflamación”.

La científica ha declarado que dejar la medicación en verano “provoca manifestaciones del asma como la tos, sibilancias, disnea u opresión en el pecho pueden aparecer después, por lo que se produce un incremento de hospitalizaciones de los afectados por la patología tras el periodo estival”.

Los científicos tienen claro el porqué del abandono del tratamiento, y explican que “las causas de que los pacientes dejen de tomar los medicamentos son el periodo de descanso de los síntomas entre las fases críticas de primavera y otoño que suele marcar el verano y la falsa sensación de control de la enfermedad”, según Mayoralas.

Relajarse en verano siempre es bueno y sin duda necesario, pero los tratamientos no deben irse, nunca, de vacaciones.