Los pediatras avisaron a mediados de septiembre que temían una epidemia otoñal en niños de 0 a 6 años de Virus Respiratorio Sincitial (VRS), lo que supone un gravísimo problema, ya que satura las ucis. El caso es que estamos dentro de esa situación epidémica, con una circulación del virus de en torno al 10 % de positividad.
Según el último informe de vigilancia integral de infecciones respiratorias agudas en España correspondiente a la semana del 3 al 10 de noviembre, la tasa global de Infección Respiratoria Aguda en Atención Primaria (IRAs) detectada en los centros de salud ha sido de 455 casos por 100.000 habitantes frente a los 540 de la semana anterior. Con todo, la situación se ha endurecido en los hospitales, en los que la tasa global de Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG) se sitúa en 15,7 casos por 100.000 habitantes, siete décimas más que hace una semana.
En estos centros, la positividad del VRS es del 17 % y la tasa de incidencia de 5,8 casos, pero, en niños de 0 a 4 años, alcanza un preocupante 70,8 %.
Comunidades como Galicia, Madrid y Castilla León están en peor situación que el resto, por el momento, y en la primera ya hay un 100 % de ocupación de niños en planta y uci, y se han duplicado las visitas por esta urgencia.
El motivo principal por el que la evolución de esta epidemia no se puede prever es que no existe un observatorio específico de VRS a nivel nacional, es decir, una vigilancia activa sistemática, sino que este virus se incluye en los informes SiVIRA, junto con la gripe y la covid, lo que supone un problema, ya que esos datos no son suficientes en una situación como la que estamos teniendo ahora; y sin tener esta herramienta de vigilancia, no se puede anticipar dos o tres semanas lo que viene, con lo que no se pueden planificar refuerzos.
Otro asunto que también puede complicar las cosas es la escasez de antibióticos, especialmente de amoxicilina infantil, un tema que preocupa a los Gobiernos autonómicos en un contexto de repunte vírico, que está afectando con virulencia a la población infantil.
Así lo ha manifestado el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, quien tranquilizó a la población asegurando que se está realizando un «reparto controlado» de este antibiótico de manera que se pueda atender a la demanda de los usuarios, que cree que está garantizada.
Recientemente, la Comisión Europea ha dado el visto bueno a nirsevimab, un anticuerpo monoclonal para la prevención de la infección del tracto respiratorio inferior (ITRI) causada por el VRS en recién nacidos y lactantes durante su primera temporada de contacto con el virus. El fármaco es la primera inmunización pasiva de dosis única frente al VRS que obtiene la aprobación en Europa y también la primera y única opción preventiva aprobada para una amplia población infantil, incluidos los nacidos sanos, a término o prematuros, o con afecciones de salud específicas.
La autorización de comercialización actual marca un logro significativo para la comunidad científica y aborda una necesidad persistente y global no cubierta en la prevención de este virus.
Por otro lado, hay tres vacunas en sus últimas fases de investigación que también suponen una buena esperanza para ampliar el arsenal terapéutico para frenar esta enfermedad, que no solo afecta a los más pequeños. Una de ellas va dirigida a adultos de edad avanzada, donde el VRS tiene una letalidad similar a la de la gripe, y las otras dos, son vacunas maternales, que permitirán que la madre transfiera los anticuerpos frente al virus al bebé.
El VRS es una enfermedad viral común, que en la mayoría de los casos causa síntomas leves similares a los del resfriado. Se estima que el 90 % de los niños habrá sido infectado por el virus durante los dos primeros años de vida, incluso sufriendo más de un episodio. Sin embargo, en otros casos puede agravarse la dificultad respiratoria y requerir hospitalización.