Con la llegada de la primavera y el buen tiempo llegan también las alergias, que se convierten en un problema que afecta a más de 14 millones de personas en nuestro país y ante el que no existen grandes remedios. De hecho, en algunas ocasiones, la alergia es capaz de condicionar la calidad de vida de quien la padece, e incluso de ponerle en peligro.
Si embargo, la realidad es que se trata de un problema que cobra importancia en determinados ámbitos, como el laboral. En esta linea, según apunta el último informe del comparador de seguros Acierto.com, hasta 6 de cada 10 alérgicos reconocen que su afección les impide cumplir con sus obligaciones laborales con normalidad. De hecho, más de la mitad de los trabajadores en términos generales reducen su productividad como consecuencia de la alergia.
En este contexto, resulta preocupante que la mayoría de ellos lo ignoran. En concreto, algunos de los síntomas que afectan directamente al trabajo son la somnolencia, el dolor de cabeza, el lagrimeo y la visión borrosa y los estornudos, sobre todo si estos últimos se producen en cadena y nuestro desempeño es manual, trabajamos frente al ordenador o ejercemos una profesión que requiere de focalizar la atención.
Cabe mencionar también aquellos trabajos que implican desplazarse en coche durante la jornada laboral, porque la alergia también puede mermar nuestro tiempo de reacción, sentidos y atención al volante en general.
A pesar de las consecuencias, solo 2 de cada 10 afectados está siendo o ha sido tratado por un médico; mientras que el resto o no se trata, o se automedica, o recurre a las recomendaciones de sus allegados. De hecho, la mayoría confía en las recomendaciones de su farmacéutico y prefiere acudir a él antes que al médico con el objetivo es evitar las esperas propias de la Seguridad Social.
En este punto un seguro médico puede resultar de gran ayuda, ya que no solo permitirá acudir a un profesional alergólogo, sino también a otros expertos en el sistema respiratorio.