Un estudio en fase B con 180 pacientes de 11 centros europeos de una vacuna contra la rinitis ha demostrado resultados prometedores, al reducir en al menos un 25 % los síntomas alérgicos de los pacientes.
Investigadores del Instituto de Patofisiología e Investigación de Alergias de la Universidad de Viena han demostrado con este estudio que cuatro inyecciones de la vacuna BM32 durante el primer año y una inyección de recuerdo durante el segundo año de tratamiento alivia los síntomas en al menos un 25 %.
La vacuna BM32 se basa en una innovadora técnica de inmunoterapia que requiere menos inyecciones y tiene menos efectos secundarios que otras inmunoterapias.
La vacuna y los anticuerpos en que se basa tienen la ventaja de que puede ser fabricada de forma sintética, gracias a una técnica que permite extraer los péptidos del alérgeno.
Estos péptidos son modificados para que pierdan sus propiedades de ligado a anticuerpos IgE y puedan hacer de portadores de proteínas para las células T. Este proceso puede ser repetido infinitas veces, pero la vacuna sigue siendo eficaz y segura, ha explicado el doctor Rudolf Valenta, uno de los autores del estudio.
Cuanto más severos los síntomas, mayores fueron los beneficios de la vacuna, ha explicado por su parte la Dra. Verena Niederberger-Leppin, otra de los co-autores del estudio.
Los investigadores creen que los síntomas se reducirán aún más si se toman dosis de recuerdo durante años sucesivos. Además, también se plantea utilizarla de forma preventiva, antes de que se presenten los síntomas.
La vacuna pasará a fase III en 2019 (en la fase III, se prueba la seguridad del fármaco y su eficacia en comparación con el tratamiento estándar). Si los resultados siguen siendo positivos, está prevista su aprobación para 2021.
Los investigadores también consideran que la vacuna podría ser empleada para otros tipos de alergias, como la alergia a los ácaros del polvo o al pelo de gato.
