Responder a la pregunta de por qué la prevalencia del asma y otras alergias en la población canaria está muy por encima de la media nacional, ya que factores ambientales como la alimentación o el sedentarismo son los más plausibles... sin embargo, ahora también se confirma que la genética influye en el riesgo a padecerla.
Lo han descubierto investigadores del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria en colaboración con el área de Genomica del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), que han hecho el mayor análisis de ADN canario existente en la población actual para intentar determinar la relación entre la genética y las patologías complejas más frecuentes en el archipiélago, como la diabetes, el asma y la alergia.
El estudio, liderado por los investigadores Carlos Flores y Beatriz Guillén, del grupo de Variación Genética y Enfermedad de la Unidad de Investigación del hospital de La Candelaria, se realizó sobre 400 mujeres y hombres de todas las islas (salvo La Graciosa) y confirma que el genoma canario es «muy peculiar» debido al aislamiento y a la mezcla histórica de la población.
Esta peculiaridad genética puede tener que ver con una mayor predisposición de la población canaria a padecer determinadas enfermedades. En este sentido, Carlos Flores ha explicado que el trabajo publicado en la revista Molecular Biology and Evolution de Oxford University Press, una de las de mayor impacto científico en la especialidad de genética, va a permitir usar la información que se tiene para llevar a cabo una identificación precoz de enfermedades y para estratificar el riesgo pacientes para acertar con su tratamiento.
De esta manera se abre la puerta a seguir investigando en la identificación de variantes genéticas de riesgo de distintas patologías, pera lo que considera fundamental «crear referencias para el desarrollo de una medicina personalizada de precisión en las islas». El doctor ha conclñuido que «necesitamos un catálogo genético propio para conocer nuestros estándares y crear referencias para poder adaptar la medicina a nuestro contexto poblacional; y tenemos que hacerlo nosotros porque los catálogos que hay de otras poblaciones no sirven por nuestra particular mezcla genética» a la que se unen «los factores ambientales».
