La falta de adrenalina para los alérgicos hace que el Ministerio de Sanidad la traiga del extranjero

La falta de adrenalina para los alérgicos hace que el Ministerio de Sanidad la traiga del extranjero

Las personas con alergia a la picadura de insectos o a los alimentos sufren desde hace tiempo problemas de desabastecimiento de autoinyectores de adrenalina, una carencia que se ha agudizado este verano, hasta el punto de que las farmacias están desabastecidas. Esta situación genera un grave problema porque los alérgicos deben llevar consigo estos autoinyectores.

"Por lo general se tiene más de uno por si el primero falla y, en el caso de los niños, lo normal es dejar también alguno en el colegio por si surge allí el shock", ha explicado el presidente de la asociación Multi-Alergia, Dermatitis Atópica y Asma ATX, Xabier Munioitz.

Se trata de unos dispositivos en forma de plumas de inyección automática que se emplean para las urgencias alergológicas, cuando se produce una anafilaxia o shock que, si no se ataja, puede conducir a la muerte.  

El representante del colectivo que agrupa a las personas con alergias alimentarias, fundamentalmente niños, ha explicado que «la gente está asustada. En agosto, hemos recibido más de 2.000 llamadas y mensajes pidiéndonos consejo porque en las farmacias no hay estos autoinyectores».

Ante la carencia, el Ministerio de Sanidad ha adquiridido los autoinyectores en el extranjero. Según explica Sonia Sanz, farmacéutica del Centro de Información del Medicamento, «hasta hace poco, estos autoinyectores de adrenalina se comercializaban bajo cuatro marcas. Tres de ellas –Jext, Altellus y Anapen– están financiadas por el Sistema Nacional de Salud pero no la cuarta, Enerade, lo que supone un desembolso de unos 50 euros por dosis».

La experta ha detallado que en enero se dejó de fabricar la solución de adrenalina en pluma precargada Jext. Esta circunstancia ha supuesto que las otras dos presentaciones del medicamento se encuentren bajo mínimos. «De hecho –señala–, el Ministerio de Sanidad acaba de sacar una nota en la que informa de los problemas de suministro de la solución Altellus de 150 microgramos para niños y prevé que el problema continúe hasta diciembre. La versión de 300 para adulto esta desaparecida desde hace meses».

Al haber en el mercado únicamente Anapen, las unidades son muy limitadas, con lo que las personas con alergia tienen serios problemas para conseguir el fármaco que necesitan llevar por si sufren un shock. La decisión del ministerio de importar el medicamento del extranjero es una solución, pero resulta incómoda para los pacientes en la medida que obliga a desplazarse a las delegaciones territoriales de Salud.

En el caso de que una persona sufra una reacción alérgica grave (anafilaxia) y no se disponga de un autoinyector de adrenalina, Xabier Munioitz aconseja acudir cuando antes a un hospital. «Allí va a haber adrenalina y se la van a poner». Quien tenga facilidad para inyectar la solución con una jeringa tradicional también puede hacerlo, aunque esta alternativa no es sencilla si la persona está sol,a porque en un estado de shock es muy difícil que sea capaz de hacerlo.

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