Siete de cada diez reacciones alérgicas a alimentos se producen cuando se come fuera de casa, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), que advierte que los alérgicos deben extremar las precauciones en el verano, cuando los cambios de rutina y horarios pueden provocar "un mayor descuido en el tratamiento".
Además, como en esta época muchos niños quedan al cuidado de terceros, la organización recomienda que se esté bien informado de los alimentos que se deben evitar y familiarizados con los medicamentos que habría que administrar en caso de reacción.
La SEAIC recuerda que hay alergias o reacciones en la piel que precisan de las radiaciones solares para que se produzcan, pero también que entre las causas más frecuentes se encuentran las plantas, el uso de productos con perfume o alcohol e incluso algunos filtros de cremas solares. Asimismo, algunas frutas como las cerezas, los melocotones o las paraguayas pueden provocar urticaria al contacto con la piel, inflamación o picor en los labios o en la garganta.
"Si alguna vez se han padecido síntomas similares, se recomienda consultar con el alergólogo para recibir instrucciones precisas", ha explicado el presidente del Comité de Alergia a Alimentos de la SEAIC, Joan Bartra.
Por otra parte, los expertos hacen hincapié en la importancia de limpiar bien las casas de veraneo para acabar con los ácaros, que causan la alergia al polvo doméstico.
Otro de los riesgos que aumentan en verano es la reacción alérgica por picaduras de insectos como avispas y abejas, con lo que hay que extremar la precaución cuando se está al aire libre, especialmente en piscinas. "Es conveniente no caminar descalzo y, en la medida de lo posible, evitar comer en el campo porque los insectos acuden a los alimentos", ha insistido la doctora Teresa Alfaya, de la SEAIC.
Los expertos indican que quienes padecen algún tipo de alergia, deberán viajar con la medicación recomendada por sus alergólogos.
