Los alérgicos al polen de abedul deben evitar tomar soja

Los alérgicos al polen de abedul deben evitar tomar soja

Hay mucha gente que es alérgica a la soja, una tendencia que va al alza al incrementarse cada vez más los vegetarianos y veganos que emplean los alimentos derivados de la soja como sustitutos de la carne.

Este producto forma parte habitualmente de los ingredientes de panadería y bollería de consumo masivo, por lo que hay un gran número de personas que la consumen sin saberlo.

Ahora se ha sabido que las personas alérgicas al polen de abedul deben saber que también pueden reaccionar a la soja debido a que poseen proteínas similares. De la misma manera, los alérgicos a la soja tampoco deben probar los remedios a base de abedul. A esta situación, se añade que una de cada tres personas alérgicas a la soja o el abedul también pueden serlo a las manzanas, los melocotones, las cerezas y los frutos secos.

Los abedules suelen localizarse cerca de cursos de agua y lugares húmedos, aunque en los últimos años se ha introducido en jardines, por tratarse de una especie resistente. Su floración y polinización, se produce durante los meses de marzo a mayo, alcanzándose las concentraciones más altas de polen durante el mes de abril.

La intensidad de la polinización varia de unos años a otros, pero los primeros síntomas de reacción alérgica al polen de abedul son la rinitis, el asma y el picor y enrojecimiento de los ojos. Por su parte, la alergia a la soja se manifiesta con hinchazón en labios, cara, lengua, garganta y otras partes del cuerpo; hormigueo en la boca; picor en la piel; dificultad para respirar; o dolor abdominal, acompañado con diarrea, náuseas o vómitos.

El gran problema al que se enfrentan los terapeutas es el diagnóstico correcto de esta alergia. Las reacciones alérgicas se detectan por la presencia excesiva de inmunoglobulinas IgE en la sangre, pero lo dificultoso es encontrar el alergeno responsable.

Existen pruebas cutáneas que consisten en punzar la piel del brazo o de la espalda para que las células subdérmicas entren en contacto con una pequeña cantidad de la sustancia alergena y observar si aparecen signos de alguna reacción, como hinchazón y enrojecimiento.

Por otra parte, en algunas alergias alimentarias se ha demostrado eficaz la terapia de desensibilización, que consiste en administrar una dilución con una mínima cantidad de la sustancia alergénica, que se coloca bajo la lengua, con el fin de provocar una adaptación del sistema inmunitario. Si tiene éxito, después de seis meses o un año puede abandonar la dieta y volver a tomar el alimento que le provocaba la reacción, en este caso, la soja.

El abedul tien gran valor ornamental por su corteza plateada y lo colorido de su follaje otoñal, y también se emplea para obtener madera y como planta medicinal. En el noroeste de España es muy empleado en plantaciones lineales a los lados de las carreteras.

La corteza del abedul tiene propiedades febrífugas y se administra en polvo en infusión. Con las raíces se hace una pomada para la piel que ayuda a la cicatrización de heridas, los granos, la sarna, las erupciones y las pústulas de la piel. Las hojas poseen propiedades diuréticas y se pueden tomar en infusión. La corteza es impermeable y se utiliza para fabricar zuecos, canastas, cajas, etc.

 

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