Los condimentos artificiales, muy utilizados para condimentar comidas y más conocidos como cubitos de caldo, podrían ser responsables de la aparición de numerosas enfermedades silenciosas, como alergias de piel, nauseas, taquicardias o dolores de cabeza.
Aunque el más conocido es el de pollo, numerosas marcas ofrecen al consumidor estos cubitos son sabor a caldo de carne, pescado o pollo, que sin duda alguna ahorran tiempo y dan sabor a nuestras comidas; sin embargo, algunos expertos en nutrición alertan que hay que tener cuidado con su uso, ya que contienen un elemento químico no muy aconsejable para la salud: el Glutamato Monosódico.
Se trata de un aditivo utilizado para dar más sabor a los alimentos industrializados, tales como caldos de pollo en cubitos, salsas, frituras y sopas instantáneas. En los años sesenta se popularizó un sazonador de marca ajinomoto, que se usaba como sal en todos los alimentos, pero que fue retirado del mercado al descubrirse que era altamente cancerígeno, ya que era glutamato monosódico puro.
Fue entonces cuando los industriales lo empezaron a usar combinado con otros aditivos para sazonar los alimentos industrializados.
Además, este componente contiene un 78 % de ácido glutámico libre, 21 % de sodio, y hasta 1 % de contaminantes, con lo que “engaña” a nuestro cuerpo haciéndonos creer que la comida sabe mejor, es más sana y más rica en nutriente.
Ahora se ha demostrado que este componente es responsable de causar náuseas, alergias en la piel, vómitos, taquicardias, dolores de cabeza, mareos e incluso depresión.
Asimsimo, personas con obesidad deberían ser alertados de la presencia del glutamato monosódico, puesto que este ingrediente impacta directamente en los centros de saciedad de los individuos.